Luchamos por los Niños y los más Humildes

LUCHAMOS POR LOS NIÑOS y LOS MÁS HUMILDES

El UNICEF inició su misión en 1946, como organización de socorro de niños y niñas que habían sufrido los efectos de la Segunda Guerra Mundial, terminada el año anterior. Ese mandato inicial se amplió rápidamente hasta abarcar también a los niños y niñas amenazados en los países en desarrollo. 

Casi 60 años después, UNICEF cuenta con un personal integrado por más de 7.000 personas que cumple funciones en 57 países y territorios del mundo. Nueve de cada 10 miembros del personal de la organización trabajan en estrecha colaboración con los gobiernos nacionales y locales y con otros aliados.

Durante toda la historia de UNICEF, sus labores prioritarias han estado dirigidas a garantizar la vigencia de los derechos intrínsecos de la infancia a un nivel básico de vida; derechos que los dirigentes mundiales definieron más precisamente en la Convención sobre los Derechos del Niño. UNICEF fundamenta su acción en los resultados de su experiencia y las investigaciones sobre los factores que contribuyen a que los niños y niñas comiencen la vida de la mejor manera posible, a que sobrevivan y progresen – especialmente en las situaciones de emergencia – y a que vayan a la escuela.

Esa labor se corresponde estrechamente con los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por las Naciones Unidas en 2000, y tiene importancia fundamental para la conquista de los mismos. UNICEF es principalmente responsable de lograr avances en 13 de los 48 indicadores de progreso hacia la conquista de los objetivos del Milenio.

Las prioridades de UNICEF son fundamentales para el desarrollo


La labor de UNICEF puede dividirse en cinco esferas estratégicas principales. Todas ellas están interrelacionadas y el progreso obtenido en cualquiera de las mismas impulsa el avance en las demás.

En conjunto, favorecen a la infancia al respaldar la implementación de la Declaración del Milenio y al apoyar las diversas actividades que se llevan a cabo en todo el mundo con vistas a la conquista de los objetivos del Milenio.

También garantizan que UNICEF contribuya de manera eficaz a la lucha contra la pobreza mediante las labores de promoción y el establecimiento de alianzas que generan inversiones sostenibles orientadas a la supervivencia, el desarrollo y la protección de la infancia.

Esas esferas estratégicas son:

La supervivencia y el desarrollo de los niños y niñas de corta edad: A fin de concretar, entre otros, los Objetivos de Desarrollo del Milenio 4 y 6 (de reducción de la mortalidad infantil y de lucha contra el paludismo, respectivamente), UNICEF tiene como meta que los niños y niñas de corta edad reciban atención de la salud integral, incluso antes de nacer.

Con el propósito de colaborar para que los niños de corta edad sobrevivan y disfruten de un futuro saludable y productivo, UNICEF fomenta y brinda apoyo técnico y financiero a programas nacionales y comunitarios de educación e intervención que se especializan en la atención de la salud y la nutrición. Entre los aspectos a los que dan prioridad esos programas figuran la inmunización, la prevención del paludismo y la lucha contra las enfermedades, la lucha contra la diarrea y las enfermedades de las vías respiratorias, así como el tratamiento de las mismas; la eliminación del gusano de Guinea y la prevención de la anemia.

Idealmente, los programas sanitarios contemplan también la atención obstétrica de las embarazadas y la atención neonatal durante las cuatro semanas inmediatamente posteriores al alumbramiento, así como la promoción de la lactancia materna. UNICEF también participa en las labores de promoción, movilización social e investigación, mediante el respaldo a otros organismos que prestan servicios obstétricos de emergencia.

Como parte del compromiso con los servicios sanitarios que adquirió hace varias décadas, UNICEF suministra vacunas a un 40% de la infancia de los países en desarrollo, así como apoyo técnico al complicado proceso de distribución y aplicación de las mismas. Millones de niños y niñas reciben de esa manera protección contra enfermedades como el sarampión, la poliomielitis, la difteria y la tuberculosis, mediante vacunas que cuestan, como promedio, apenas 50 centavos de dólar estadounidense por niño. 


En la medida de lo posible, los programas de vacunación también sirven para distribuir suplementos de vitamina A y otros micronutrientes que fortalecen la inmunidad y ayudan a prevenir las enfermedades relacionadas con la desnutrición.

Cuando se declaran situaciones de emergencia, UNICEF suele ser la primera organización que realiza éstas y otras labores que posibilitan salvar las vidas de los niños y niñas, como el suministro de agua potable y de elementos médicos básicos.

En conjunción con la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF respalda aquellos programas locales que aumentan el nivel de acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento ambiental, los que, a su vez, resultan de importancia fundamental para las iniciativas sanitarias, educacionales y de desarrollo.

Educación Básica e Igualdad de Género: Con el propósito de colaborar con la conquista del segundo y tercer objetivo de desarrollo del Milenio, UNICEF coopera con los países y gobiernos donantes y otros organismos de las Naciones Unidas en el fomento y la asignación de fondos y otras actividades relacionadas con la educación primaria universal y la igualdad de género.

Entre esas actividades figuran las que están orientadas a mejorar la capacidad de desarrollo de los niños y niñas que comienzan la escuela –en especial los niños excluidos y los que forman parte de sectores de la población en situación de desventaja– mediante iniciativas sanitarias y educacionales orientadas a la infancia y patrocinadas por las comunidades.

En todas las etapas de ese proceso, y mediante programas locales y de promoción, UNICEF lleva a cabo labores para reducir la disparidad de género y otras disparidades en materia de acceso y participación en la educación escolar básica y la terminación de la escuela primaria. Entre esas labores figura el apoyo de UNICEF al mejoramiento de la higiene y del suministro de agua y saneamiento ambiental en las escuelas, a fin de crear un ambiente que resulte acogedor para los niños y les aliente a aprender.

Mediante el empleo de demostraciones prácticas y labores de fomento basadas en pruebas demostrables, UNICEF ayuda a los gobiernos y agrupaciones nacionales y locales a mejorar la calidad de la educación y a aumentar las tasas de retención de alumnos.

Finalmente, cuando se desencadenan situaciones de emergencia, UNICEF suministra también elementos escolares y tiendas de campaña como parte de su campaña de retorno a la escuela, que genera un ámbito más normal y seguro para los niños y niñas y protege su derecho a la educación básica.

El VIH/SIDA y la Infancia: La crisis impuesta por esa enfermedad es causa de pobreza y devastación social, además de provocar muertes. Con el fin de combatirla y de colaborar al mismo tiempo con el logro del sexto objetivo de desarrollo del Milenio, UNICEF colabora con los gobiernos, las organizaciones sin fines de lucro y las agrupaciones religiosas, así como con organizaciones juveniles y muchos otros aliados, en la organización de campañas de educación para la prevención, así como de capacitación y de servicio caracterizadas por su sensibilidad en materia de género y por estar orientadas especialmente a los adolescentes.

UNICEF también realiza labores de promoción y extensión comunitaria para ayudar a los gobiernos, las comunidades y las familias a dar apoyo a los niños y niñas huérfanos del VIH/SIDA.

Asimismo, UNICEF respalda los programas que ayudan a prevenir la transmisión del VIH/SIDA de madre a hijo y que aumentan el número y la proporción de las mujeres y niños que reciben medicamentos antirretrovirales.

Protección de la Infancia: Para apoyar la Sección 6 de la Declaración del Milenio, que se refiere a la Protección de las Personas Vulnerables, UNICEF fomenta los ámbitos protectores que ayudan a prevenir y dar respuesta a la violencia, la explotación, el abuso y la discriminación, así como la protección de los niños y niñas que han quedado en estado de vulnerabilidad debido a las situaciones de emergencia.

Entre los objetivos por zonas de UNICEF figuran los de creación de conciencia a nivel gubernamental acerca de la protección de los derechos de la infancia y sobre los análisis de situación, así como el fomento de normas jurídicas que castiguen a quienes explotan a los niños y niñas. Mediante las labores de promoción en sus oficinas locales de todo el mundo, UNICEF ayuda a fortalecer los recursos con que cuentan las escuelas, comunidades y familias para atender las necesidades de los niños marginados, entre ellos los huérfanos del VIH/SIDA.

Análisis de Políticas, Promoción y Alianzas en Pro de los Derechos de la Infancia:

Las labores de UNICEF en este aspecto se concentran en el octavo objetivo –establecer una asociación mundial para el desarrollo– y en fortalecer las políticas nacionales y locales de protección y fomento del derecho de la infancia a la supervivencia y el desarrollo pleno.

La reducción de la pobreza infantil constituye un aspecto fundamental de la conquista de esos derechos. A tal fin, y con el propósito de cumplir con el primer objetivo de desarrollo del Milenio, UNICEF alienta las inversiones nacionales y mundiales sostenibles para movilizar recursos y obtener resultados en pro del bienestar de la infancia, incluso durante las situaciones de emergencia. 


Mediante una amplia gama de alianzas con gobiernos, organismos regionales y agrupaciones privadas y de la sociedad civil, UNICEF participa en el desarrollo de enfoques sectoriales, planes de estrategia de lucha contra la pobreza y presupuestos.

Con el propósito de respaldar su posición sobre cuestiones fundamentales, UNICEF también ocupa una posición de avanzada en materia de gestión del conocimiento mediante la investigación de las necesidades de los afectados, la vigilancia de los resultados y el mantenimiento de un registro de las lecciones obtenidas, que el organismo internacional pone a disposición de otros organismos y del público general. 


En ese sentido, UNICEF ha ayudado a elaborar las dos fuentes de datos que se detallan a continuación y a las que los gobiernos y los organismos de desarrollo de todo el mundo han reconocido como indicadores importantes. Asimismo, UNICEF es el organismo directivo de vigilancia de los datos mundiales y por países relacionados con los seis objetivos del Milenio que se refieren a la infancia.

UNICEF ideó el método de las Encuestas por conglomerados múltiples a mediados del decenio de 1990. Las Encuestas, que constituyen una herramienta eficaz y económica, son una importante fuente de datos y posibilitan la vigilancia de la vigencia de los derechos humanos y los avances logrados hacia la conquista de los objetivos del Milenio. 


UNICEF fomenta el empleo de ese método, capacita y presta asistencia a los gobiernos para su implementación y presenta los datos obtenidos mediante las encuestas. UNICEF ha realizado también importantes inversiones en el desarrollo de DevInfo, un programa de computación que permite almacenar y presentar eficazmente los datos en forma de tablas, gráficos y mapas.

Además, UNICEF fomenta la participación activa de los niños, niñas y jóvenes en la toma de decisiones que se relacionan con su propio bienestar. A tal fin, lleva a cabo diversas actividades como la defensa de los derechos de los niños y de la libertad de pensamiento y expresión y la creación de un sitio Web para que puedan intercambiar ideas y opiniones.


Avances y Desafíos

El mundo está retrasado con respecto a la concreción de casi todos los objetivos del Milenio. Las consecuencias de ese retraso afectarán principalmente a la infancia. Millones de niños y niñas sufrirán enfermedades prevenibles o morirán como consecuencias de las mismas. Y a muchos millones, el futuro les deparará muchas menos oportunidades debido a que sus gobiernos no les dieron acceso al educación básica. 


Sin embargo, muchos expertos están de acuerdo en que aún es posible conquistar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015. Para lograrlo será necesario un compromiso mucho más profundo y una mayor concentración por parte de todos los países con el propósito de hacer realidad todos los derechos de la infancia y, de esa manera, lograr el desarrollo y la paz en el mundo.

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